¿Frío y cálido? Una cocina que tiene el balance perfecto de colores para volverla un refugio acogedor y estéticamente encantador.
A simple vista, en la cocina se percibe un contorno de melamínico Taupe Mate cuyos módulos se difuminan en el contexto por la cromática y la simplicidad del material.
La brillosidad del Taupe Mate se estabiliza con la calidez de tres elementos, el desayunador de Enchape Roble Americano Canela, las puertas de aluminio negro y vidrio Onix y los módulos altos Melamínico Caramelo Poro.
Una pequeña ventana disruptora genera un corte entre la materialidad y el exterior e invita a que ingrese la luz. Sus proporciones tiene el objetivo de aumentar la sensación espacial.
La isla se roba la atención inmediatamente al ingresar a la cocina debido a su ubicación dentro del espacio. A pesar de combinar tres materiales, su estética no resulta abrumadora ya que a simple vista se percibe como un sólo volumen. El doble nivel distingue el desayunador del área de cocción.
La selección adecuada de materiales y colores es lo que logra generar un espacio equilibrado y visualmente cautivador. La clave está en el contraste armonioso: la forma en que los tonos fríos y cálidos se entrelazan para formar una paleta que trasciende la función práctica de la cocina.
